PLAYSTATION NACIO POR UNA VENGANZA




El mundo conoce de grandes traiciones. La de Nintendo a Sony quizás sea la más importante de todas. La historia entre las dos empresas japonesas, como cualquier otra que valga la pena contar, fue la de una relación basada en promesas, decepciones y sobre todo una venganza. Eran finales de los años 80 y Nintendo se imponía con autoridad en un terreno al que Sony, o mejor dicho Ken Kutargi (por aquel entonces ingeniero informático de la compañía), empezó a ver con cierto interés. Se forjaría así una alianza entre las gigantes japonesas del entretenimiento electrónico, que prometía cambiar para siempre a los videojuegos. Y al fin de cuentas lo lograron, pero no del modo esperado. Sony aceptó, sin convencerse del todo, en trabajar en conjunto con Nintendo para el desarrollo un nuevo sistema en las consolas de mesa. La idea era dar el gran salto del cartucho al CD, de la que saldría beneficiada la Super Famicom, una máquina que combinaría la fortaleza de ambos formatos. El trato estaba hecho, incluso la fecha de su presentación fue fijada: El Consumer Electronics Shows de 1991.
 
El CES de aquel año fue especial, y marcado de polémica. Nintendo y Sony presentaron su nueva consola: una Supernintendo con cartucho y CD. Sin embargo, al día siguiente, Nintendo anunció que rompía con Sony y emprendía una nueva aventura con Philips. Los motivos fueron propios de todo negocio cuyo fondo pretende réditos: el dinero. El gigante de los videojuegos consideró que cedía a Sony demasiado control y beneficios derivados de la venta de juegos en CD. Esta ‘traición’ inspiró en una venganza traducida en PSX. Sony, motivada por Ken Kutaragi, se convence en que la compañía podía jugar un rol importante en este sector, y decidieron así crear una videoconsola propia. El proyecto se derivó a Sony Music (en un intento por minimizar las impredecibles consecuencias de la apuesta), aunque esto resultaría fundamental para la producción de CDs hasta la creación de Sony Computer Entertainment en 1993. 





PlayStation se estrenó en Japón el 3 de diciembre de 1994. El éxito fue inmediato. La clave, según reseña ABC de España, estaba en las facilidades ofrecidas por Sony a los desarrolladores de videojuegos. “Tomaban demasiados riesgos económicos creando cartuchos para Sega o Nintendo; Sony, por el contrario, ofrecía todas las facilidades para poder contar con un variado catálogo de juegos”.

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